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Cómo fotografiar la comida: 5 consejos sabrosos (y útiles)

Tiempo de lectura: 4 min.

4/07/2022

Fotografiar la comida antes de darle el primer bocado se ha vuelto un gesto tan espontáneo que podríamos considerarlo casi como un aperitivo. Y te guste o no, ¡también está entre los contenidos más populares de Instagram! Si frunces el ceño, tranquilo: al fin y al cabo, fotografiar los platos es una gran manera de contar cómo te gusta vivir.

¿Te vas de viaje, tienes una cena de clase o estás organizando una fiesta familiar? Guarda nuestros 5 consejos sobre cómo hacer buenas fotos de comida: en AlbumCromos sabemos cómo sacar lo mejor de tus fotografías y recuerdos.

1. El encuadre es el plato principal

Como ocurre con el emplatado de una receta sabrosa, es difícil lograr resultados sin trabajar el encuadre. Conocer —aunque sea de forma general— las reglas básicas de composición es un buen comienzo, pero la creatividad es tu verdadero as bajo la manga.

Cada situación exige un recurso distinto para realzar tus fotos. Detalles de los ingredientes, una toma macro de un sándwich “#pornfood” cortado por la mitad o una vista cenital de la mesa de trabajo… ¡tú decides!

2. ¡Vivan los primeros planos!

Ya lo hemos dicho: los primeros planos funcionan de maravilla en fotografía gastronómica. ¿Conoces una mejor forma de destacar un bocado exquisito?

Juega con la profundidad de campo y el enfoque: ¡los resultados pueden sorprenderte! Poner el acento en un elemento en primer término —por ejemplo, un tenedor de espaguetis— y desenfocar el fondo hace que la toma sea elegante y mucho más “instagrammeable”. Además, el efecto bokeh es fácil de conseguir incluso si usas un iPhone para fotografiar comida.

3. Contextualiza la comida y contarás su historia

Hoy lo llamamos storytelling, pero encajar el sujeto en su contexto es una estrategia de siempre. Coloca ingredientes aquí y allá para mostrar cómo nace el plato; utiliza manos para subrayar el trabajo artesanal; o recurre a accesorios para crear sets fotográficos agradables a la vista.

Si te preguntas cómo fotografiar comida y desatar emociones en cada toma, este es el camino.

4. ¡Vivan los colores!

A todos nos encantan los colores vivos que levantan el ánimo. En comida, además, tienen efectos positivos sobre el apetito y atraen la mirada.

Vía libre a los tonos cálidos y suculentos y a los contrastes fuertes para crear efectos gráficos y patrones impactantes. No olvides jugar con las gradaciones y tus fotos tendrán otro “sabor”… ejem, aspecto. ¿Y cómo salvar una sesión hecha con mala luz? La respuesta llega en el próximo punto.

5. ¿Edición? La guinda del pastel

Saber fotografiar comida está muy bien; dominar la postproducción es la mejor forma de lograr imágenes redondas. Encuentra tu app de edición ideal y sube ligeramente la saturación: ¡no te arrepentirás!

Es imposible no sonreír con la barriga llena, y quién sabe cuántos recuerdos sabrosos guardas en tu carrete. ¿Qué tal si se convierten en parte de tu historia en cromo? Descubre nuestros álbumes de cromos personalizados y transforma tus fotos en cromos.

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